martes, 27 de marzo de 2007
CORRIDO DE LA CARCEL DE CANANEA
Voy a dar un pormenor
de lo que a mí me ha pasado,
que me han agarrado preso,
siendo un gallo tan jugado.
Me fui para el Agua Prieta
a ver quién me conocía
y a las once de la noche
me aprehendió la Policía.
Me aprehendieron los gendarmes
al estilo americano,
como era hombre de delito,
todos con pistola en mano.
Me enviaron a Cananea
atravesando la Sierra,
no me les pude pintar
por no conocer la tierra.
Al llegar a Cananea
allí perdí la esperanza,
porque allí fui consignado
a un Juez de primera instancia.
A otro día por la mañana
me raparon la cabeza,
porque me iba a visitar
el Administrador de mesa.
Me sacaron un recibo
de la casa del Congreso,
donde preguntaba el Juez
¿sabe usted por qué está preso?
Yo le contesté muy serio
poniéndome muy formal,
no me han de formar un templo
ni un palacio de cristal.
La cárcel de Cananea
se edificó en una Mesa
y en ella fui procesado
por causa de mi torpeza.
De tres amigos que tengo
ninguno me quiere hablar,
comenzando por el Chango
el Leoncito y el Caimán.
Despedida no la doy
porque no la traigo aquí,
se la dejé al Santo Niño
y al señor de Mapimí.
Ya con ésta me despido
por las hojas de un granado
aquí se acaba el corrido,
de este gallo bien jugado.
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